Jesús tiene 28 años. Antes de cumplir 12 ya había matado a dos personas. Actualmente es un sicario profesional. Dice que mata solo a los que se lo merecen, las “ratas” como las llama él.
Para hacer su trabajo le bastan una foto y una dirección. Primero, desarmado, estudia las costumbres de la víctima. Luego entra en acción. En 3 días desempeña el encargo. En su cuerpo cinco balas atestiguan una vida transcurrida entre droga, atracos y asesinatos. Luigi Pelazza nos lleva a Caracas, capital de Venezuela, y en su impactante reportaje nos relata el oficio de sicario.